Los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García consideraron que los ocho acusados son coautores del crimen de Fernando Báez Sosa. “Lo mataron entre todos”, dijeron.
Hoy comenzaron los alegatos del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Los familiares de los ocho rugbiers acusados por el asesinato del estudiante ocuparon tres bancos en los tribunales de Dolores, detrás de sus hijos, separados por una fila de policías. En silencio, con lágrimas en los ojos y la cabeza gacha, recibieron con conmoción el pedido de prisión perpetua en calidad de coautores para sus hijos.
“Se ha acreditado la materialidad ilícita que debe ser calificado como homicidio doblemente agravado por alevosía. Habiendo participado Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Enzo Comelli, en su calidad de coautores se pide la prisión perpetua”, detalló el fiscal Juan Manuel Dávila.
El papá de Enzo Comelli se comía las uñas, su esposa se mostró muy conmovida. La madre de Luciano y Ciro Pertossi también se veía muy afectada, al igual que la mamá de Ayrton Viollaz, que lloraba. Los rugbiers, en tanto, no expresaron ninguna emoción. Tan solo siguieron mirando para adelante.
Durante toda la audiencia, los papás de los imputados se mostraron conmovidos. Apenas entraron los rugbiers, el padre de Luciano y Ciro Pertossi se secó unas lágrimas. A medida que los fiscales Gustavo García y Juan Manuel Dávila iban nombrando a sus hijos y ubicándolos en la escena del crimen, los papás de los acusados parecían caer en la cuenta. Se tapaban la cara para no ver los videos de la golpiza a Fernando Báez Sosa que incriminabana a sus hijos, negaban con la cabeza.