Tras el cierre de listas en un marco de unidad y sin sobresaltos, el gobernador Quintela ahora va por su próximo objetivo. Que Unión por la Patria haga una PASO importante en agosto y luego en octubre logre meter cuatro legisladores nacionales. Sostienen que no es fácil, pero tampoco imposible. Recordemos que La Rioja pone en juego 6 bancas, tres en el Senado y tres en Diputados.
En el primero de los estamentos, el ganador en octubre se llevará dos bancas y la primera minoría la restante. Allí el oficialismo riojano considera indispensable obtener un triunfo que le permita sumar dos bancas claves que serán determinantes a la hora de aprobar o rechazar leyes en la Cámara Alta desde el 10 de diciembre de 2023.
Pero donde más difícil se puede poner es en el estamento Diputados, donde se utiliza el sistema D’Hondt y allí las bancas podrían incluso repartirse en tres espacios distintos, pero para Quintela es necesario intentar lograr al menos dos de ellas para que también en la Cámara Baja el PJ riojano también tenga volúmen.
Estas bancas tienen por objetivo negociar con el futuro presidente, más allá de que sea o no del mismo cuadro político. Si el que ganara fuera Massa, las bancas servirían para que el PJ riojano acompañe a su administración políticamente y facilite la aprobación de leyes.
Pero si el presidente fuera por ejemplo de Juntos por el Cambio o de la Libertad Avanza, las bancas serían determinantes para que La Rioja tenga poder de fuego y pueda negociar, entre otros aspectos, recursos y obras para la provincia.
De esta forma, Quintela ya trabaja en esa línea. Primero estarán las PASO el 13 de agosto donde el oficialismo buscará ratificar los números del pasado 7 de mayo que le permitió al gobernador la reelección y luego vendrá el plato el 22 de octubre, donde allí sí se definirá el nuevo presidente/a (si no hay balotage) y los nuevos legisladores nacionales por La Rioja.