En el primer semestre del año la pobreza llegó al 36,5% de la población y afectó a 17,3 millones de argentinos

Según informó el Indec, la indigencia además se ubicó en el 8,8% hasta junio. A fines del 2021, la pobreza alcanzaba al 37% de la población y la indigencia al 8,2 por ciento.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la pobreza llegó a 36,5 por ciento y alcanzó a 17,3 millones de argentinos en el primer semestre de 2022. En tanto, el nivel de indigencia fue del 8,8 por ciento en los primeros seis meses del año.

Cabe recordar que en segundo semestre de 2021 el 37,2% de la población -unas 17,4 millones de personas- era considerada pobre en la Argentina y el 8,2% vivía en condiciones de indigencia. Entonces los indicadores sociales principales mostraron una sensible mejora respecto al 42% de pobreza que marcó el 2020. En tanto, en el primer semestre del 2021, la pobreza ascendió al 40,6% y la indigencia al 10,7 por ciento.

Como comparación, hacia fines de 2019, el último índice sin incidencia de la crisis sanitaria, mostró una pobreza de 35,5% de pobreza y un 8% de indigencia. En el peor momento de la pandemia, la pobreza llegó a tocar un pico de 42%, mientras que la indigencia tuvo su punto más alto en el primer semestre del 2021, con 10,7 por ciento.

La visión de los expertos

Los analistas de Ecolatina explicaron que “los sectores de menores recursos se ven más afectados por la dinámica de los precios de alimentos que el resto, dado que destinan una mayor porción de su ingreso a satisfacer estos consumos de primera necesidad. Por el contrario, las familias más ricas gastan más en bienes de segunda necesidad, como pueden ser artículos para el hogar, educación y esparcimiento, entre otros”.

“Esta aceleración en los precios de los alimentos volvió más regresiva a la dinámica inflacionaria, afectando en mayor medida relativa a los sectores de menores recursos”, indicó Ecolatina.

Además, la medición de la Di Tella, en base a los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) con las proyecciones oficiales de la Canasta Básica Total (CBT), indica que a partir de abril se retomó la tendencia alcista que ubicó la pobreza en 36,2% para el período diciembre-mayo y volvió al 37,1% para el primer semestre del año, registro de apenas décimas por debajo del último dato oficial del Indec de 37,3% para 2021.

Desde entonces, con índices de precios al consumidor que se ubicaron holgadamente por encima de 6% en julio y agosto, la tasa de pobreza se ubicaría actualmente nuevamente en niveles cercanos al 40%. “El nowcast estima una tasa de pobreza de 39,9% para el semestre marzo-agosto de 2022″, señala el informe elaborado por Rozada, en el que detalla que la CBT promedio tomada de referencia para la región metropolitana en ese período estimó en $33.400 por adulto equivalente, lo que equivale aumento interanual de 58,5%, mientras que para el promedio del ingreso total familiar se proyectó un incremento interanual de 57,8%. “Con estos datos y la simulación de los microdatos de la EPH del segundo y tercer trimestres de 2022 se proyectó la tasa de pobreza”, detalló.

Estas cifras están en sintonía con los que elabora el especialista en desigualdad y pobreza del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), Leopoldo Tornarolli, quien también afirma que el punto de inflexión se dio en el “semestre intermedio” de octubre a marzo de este año, con una tasa de pobreza estimada en 35,2% con un repunte en los meses siguientes.

“La situación del primer semestre es heterogénea, mi estimación es de 36,3% para ese período, los dos primeros meses venían relativamente bien. Recién en abril y mayo el aumento de la inflación frenó el crecimiento que venía fuerte del año pasado. En esos primeros meses, con una inflación relativamente más baja, se produjo una mejora”, explicó el economista que dirige el proyecto SEDLAC (SocioEconomic Database for Latin America and the Caribbean), que produce todos los datos socioeconómicos de los países de la región, incluidos los de pobreza, para el Banco Mundial. “Eso deja dos períodos bien definidos. En el segundo trimestre empieza a impactar ya la inflación más acelerada en el ingreso de los hogares y vuelve a subir. Con una mirada de más largo plazo de la dinámica, podemos decir que la inflación del último trimestre del año pasado fue más baja que la del anterior y la pobreza en el primer trimestre del año se mantiene pero sí ya en el segundo trimestre del año es algunos puntos más alta”, expresó el experto, quien al igual que Rozada proyecta que en el trimestre que cierra esta semana, la tasa de inflación será aún más alta.

“No sabemos aún qué tan movidos serán los próximos meses pero se intuye que sin demasiados cambios, el promedio del segundo semestre volverá a arrojar una tasa más cercana al 40%”, expresó.