CAÑOS DE ESCAPE LIBRE. LOS CONTROLES EMPEZARÁN EN UNOS 60 DÍAS

Lo informó el edil Nicolás Sánchez, autor de la iniciativa ya aprobada por ordenanza. Se controlará a autos y motos. Los vehículos con estos caños de escape serán retenidos, se secuestrará el elemento y para retirarlos se deberá concurrir con el caño original. Habrá fuertes multas para infractores.


El Concejo aprobó la ordenanza que establece la prohibición de venta y uso de estos caños de escape por constituir una contaminación sonora.

La ordenanza aprobada fue una iniciativa del concejal de JxC, Nicolás Sánchez.

El proyecto modifica la ordenanza N° 5.871, con la finalidad de desalentar la venta y colocación de escape ruidosos o antirreglamentarios, y a su vez, neutralizar el uso de estos elementos para evitar su eventual reutilización.

En la ciudad Capital esta contaminación auditiva proviene principalmente de las motos con escapes libres.

A partir de esta nueva normativa, todo vehículo retenido por poseer un caño de escape antirreglamentario, será conducido hasta la dependencia municipal desde dónde podrá ser retirado dotándolo previamente de un sistema de escape silenciador original o aprobado.

Asimismo, se establece que una vez que el infractor sea sancionado con la retención del vehículo y el decomiso del escape adulterado se procederá a su posterior destrucción, previa orden del juez de faltas. En la ordenanza, se prevé una alta sanción económica para los infractores a la norma.

La prohibición de la venta y uso de los caños de escape libres se basa en estudios en los que se comprobó que la contaminación sonora que provocan es altamente perjudicial para la salud, en particular, se destaca el caso de las personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA).

Al respecto, el concejal de JxC, Nicolás Sánchez aclaró que la ordenanza rige tanto para motos como para autos. «En los controles se usarán unos dispositivos que miden los decibeles de ruido que producen los caños de escape libre. Cuando se constate la infracción, se retendrá la moto o el auto y se va secuestrar el caño de escape para su posterior destrucción. Y el conductor lo tendrá que reponer con el caño de escape original o con uno nuevo con silenciador para poder volver a circular», explicó.

El edil estimó que la medida empezará a regir dentro de unos 60 días desde su promulgación por parte del Ejecutivo municipal. Sánchez dijo que esta prohibición de la venta y uso de caños de escape libre y ruidosos «era una demanda de la gente» y que la aprobación de la ordenanza «tiene la aprobación de la mayoría de la sociedad». «Esta medida significa fomentar nuevos hábitos de convivencia y de vivir en una sociedad más empática, se busca que podamos vivir en una ciudad más sustentable», indicó.