Las primeras reuniones en la Cámara Baja estuvieron atravesadas por durísimos cruces y denuncias entre oficialismo, bloques “dialoguistas” y Unión por la Patria. La discusión del megaproyecto comenzaría la semana que viene con la participación de funcionarios.
Gritos, cruces, chicanas, denuncias: finalmente, después de 10 días del inicio del periodo de sesiones extraordinarias, Diputados constituyó las primeras cuatro comisiones que tratarán la Ley Ómnibus. De entrada, la discusión por la integración de las comisiones dejó un anticipo de lo que se viene desde la semana próxima en la Cámara Baja con el debate de fondo del megaproyecto.
El oficialismo logró un triunfo, en términos de gobernabilidad, pero también dejó algunas señales que pueden traerle problemas al Gobierno. Los diputados de todos los bloques se preparan para un verano intenso y una disputa con final abierto.
Las reuniones de este jueves fueron solamente “constitutivas”, es decir, no hubo debate del paquete de reformas. La primera comisión en conformarse fue Presupuesto y Hacienda y trajo la mayor polémica: como presidente fue designado José Luis Espert, entre los gritos de miembros de Unión por la Patria y la Izquierda, que cuestionaban no solo el modo en que fue votada su designación, sino su participación misma en la comisión. Espert llegó a cortarle el micrófono a otros legisladores y levantó la reunión de forma intempestiva.
En las horas siguientes se conformaron las de Relaciones Exteriores, Asuntos Constitucionales y Legislación General. En cada una de las tres reuniones, la estrategia de los miembros de UxP fue la misma: impugnar la conformación, cuestionar la designación de las autoridades -de las que se consideraron relegados pese a ser la primera minoría- y reclamar que se explicite claramente cuál fue el criterio para definir los integrantes de las comisiones -por el cual recibieron menos lugares que los que les corresponderían.